La Primera Iberdrola inicia la segunda vuelta de la competición con la exigencia de mejoras por parte de las jugadoras; el nivel arbitral y el protocolo, en la diana
Los seguidores del fútbol femenino nos las prometíamos muy felices en el verano de 2018, tras el gran papel de la selección en el Mundial de Francia. Era el momento de apostar, de crecer, de creer en nuestro fútbol y sobre todo en nuestras futbolistas, y dos años y medio más tarde son ellas las que alzan la voz y piden soluciones a los problemas con los que se van encontrando.
A la lucha personal entre Federación y Liga (Asociación de clubes), que ha provocado y sigue provocando que muchos partidos no se puedan ver por televisión, se unió el conflicto entre sindicatos y clubes a la hora de firmar un convenio colectivo de mínimos, un conflicto que tocó techo cuando las futbolistas acudieron a la huelga, hartas de que se jugara con sus derechos. Se firmó el convenio, con muchas lagunas, entre ellas las cláusulas de compensación que han hecho que jugadoras del talento de Ona Batlle o Damaris se hayan ido y estén triunfando en ligas extranjeras.
La temporada 2020/21 se preveía difícil desde el inicio pero está siendo caótica; empezó sin un protocolo claro, un protocolo que fue cambiado una vez iniciada la competición y que deja muchas dudas sobre su efectividad pues aún quedan 17 partidos de la primera vuelta pendientes de disputarse: tan solo el Sevilla ha completado las 17 jornadas de la primera vuelta, todo lo contrario el Barça que acumula hasta 5 partidos pendientes, todos aplazados por problemas de COVID en su rival.
El colmo de estos aplazamientos llegó hace unas semanas cuando el partido entre el Real Madrid y el EDF Logroño se suspendió 20 minutos más tarde de la hora de su inicio, cuando las jugadoras ya estaban preparadas para salir al campo. El pasado fin de semana las futbolistas, tras reunirse con la Federación, todas unidas firmaron un comunicado exigiendo cambios y soluciones para que la liga no se vea adulterada por tanto aplazamiento.
A todas estas cuestiones, esta temporada se suma la polémica arbitral. Son muchos los errores graves que se están viendo semana tras semanas y las jugadoras piden también que para que la competición crezca, el nivel arbitral tiene que subir. La más clara en expresarlo fue Mapi León, central del Barça y de la Selección, en sus redes sociales.
“¿Sinceramente? A mí me daría vergüenza. Hoy me ha tocado a mí, pero es una tras otra, el otro día anularon dos goles que eran válidos al que hoy ha sido nuestro rival. Pero para qué vamos a mejorar, no?”