La IU (incontinencia urinaria), afecta a más de 6 millones de personas en España y se estima que haya hasta 4 millones más que no lo consulta y se resigna a vivir con el problema, fundamentalmente por vergüenza.
“La IU afecta gravemente a la calidad de vida de los pacientes limitando su autonomía y reduciendo su autoestima”
El hecho de tener una población más envejecida hace que la prevalencia de la IU vaya en aumento.
En este sentido, esta afección se relaciona más con la mujer asociándola a embarazos, menopausia y envejecimiento. La IU afecta a ambos sexos y en cualquier etapa de la vida.
Uno de cada 4 varones sufrirá incontinencia urinaria a partir de los 40 años (patologías de la próstata, Parkinson, Alzheimer, como causas más habituales).
La prevalencia es más frecuente en mujeres estimándose que una de cada 3 mujeres ha tenido pérdidas de orina de algún tipo a partir de los 50 años.
La vejiga es un órgano que cuando está distendido tiene forma de bolsa que almacena la orina que se ha producido en los riñones. Se encuentra envuelta por el músculo detrusor que al contraerse produce la salida de la orina a través de la uretra.
Una persona adulta orina en condiciones normales, entre cinco y seis veces al día. La sensación de ganas de orinar se produce cuando la vejiga alcanza los 250 a 300 cc, que es aproximadamente la mitad de su capacidad.
Definición:
La IU se define como la pérdida involuntaria de orina que se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra.
La IU hace referencia a un síntoma, por el hecho de la involuntariedad de la pérdida de orina, pero simultáneamente a un signo, porque se puede demostrar objetivamente, y a
una condición que se hace patente en el estudio urodinámico.
Tipos de IU
1. Incontinencia urinaria de urgencia.
Pérdida involuntaria de orina asociada a un deseo intenso de orinar. Puede ser debida a:
- Hiperactividad del detrusor (músculo de la vejiga) dando lugar a la urgencia O a :
- Hipersensibilidad del detrusor, urgencia sensorial, cuando no se detecta hiperactividad
2. Incontinencia urinaria de esfuerzo (stress).
Observación de pérdida involuntaria de orina por la uretra durante el ejercicio físico (toser, estornudar, andar).
3. Incontinencia urinaria por rebosamiento.
Se produce en pacientes con procesos obstructivos en el tracto urinario inferior que determinan una retención urinaria crónica (vaciamiento incompleto de la vejiga), pero que causa pérdidas involuntarias de orina.
Otras IU menos frecuentes:
4. Incontinencia urinaria refleja.
5. Enuresis
6. IU inconsciente.
7. Goteo post-miccional.
8. Fuga continua
Diagnóstico
Historia clínica:
Intentando buscar indicios que permitan identificar factores que puedan contribuir al diagnóstico.
Antecedentes personales:
En el caso de la mujeres:
- Embarazo y parto
- Partos múltiples
- Prolapso de órganos pélvicos.
- Cirugía genitourinaria previa: histerectomía.
- Aumento de masa corporal:
En el caso de los hombres:
- Patologías prostáticas previas: prostatectomía
En hombres y mujeres:
- Fármacos y sustancias que puedan provocar IU: Alcohol, cafeina, antidepresivos, diuréticos, sedantes e hipnóticos, antipsicóticos.
Preguntas clave para el diagnóstico:
- ¿Se le escapa la orina al toser?
- ¿Alguna vez se le escapa la orina cuando nota una sensación repentina o incontrolable de ganas de orinar?
- ¿Cúal es el máximo tiempo que aguanta sin orinar?
- ¿Limita voluntariamente la ingesta de líquidos?
- ¿Alguna vez va a orinar “por si acaso”?
- ¿Se le escapan sólo unas gotas o se moja mucho?
- ¿Cuántas veces se ha de cambiar al día?
Exploración física:
En el caso de las mujeres:
- En caso de prolapso genital, valoración del tipo y grado del
- Descartar enfermedades ginecológicas
- Exploración pélvica (realizarlo con la vejiga llena)
- Medición del volumen residual o residuo post- miccional mediante cateterismo o ultrasonografía.
En el caso de los hombres:
- Tacto rectal, valoración prostática.
En hombres y mujeres :
- Analítica de orina : alteraciones en el sedimento, detección de alguna posible infección.
- Diario miccional: Anotar durante unos días la cantidad de líquido bebido, la cantidad de orina evacuada, el número de micciones de día y de noche, las veces que la incontinencia se acompaña de
En casos complejos y en los que se necesite más información será necesaria la realización de una CISTOSCOPIA o un ESTUDIO URODINÁMICO que se realiza por lo general si se está considerando una cirugía antiincontinencia.
Tratamiento I
El tratamiento de la IU dependerá del tipo de incontinencia, de la gravedad y de la causa subyacente. Si una afección subyacente está causando los síntomas habrá que tratar en primer lugar esa afección. Es probable que se necesite una combinación de tratamientos, comenzando por los menos invasivos y en caso de nula o escasa respuesta pasar a otras opciones (cirugías anti- incontinencia urinaria).
A. Técnicas conductuales (recomendadas en la incontinecia urinaria de urgencia -IUU)
- Entrenamiento de la vejiga para retrasar la miccición después de sentir la primera necesidad. El objetivo es prolongar el tiempo entre micción y micción.
- Horarios programados para ir al baño. Se trata de orinar cada 2-3 horas, aunque no se tengan muchas ganas (micción preventiva).
- Control de la ingesta de líquidos y ciertos alimentos. Reducir el consumo de líquidos en general y limitar o evitar el alcohol, el té, el café, colas y alimentos ácidos. Aumentar la actividad física y bajar de peso también puede
B. Ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico
Técnicas como ejercicio de Kegel pueden ser eficaces en la inncontinencia de esfuerzo -stress- pero también pueden ser eficaces en la IUU.
- Contraer los músculos que usas cuando tratas de detener la micción manteniendo la contracción entre 5 y 10 segundos. Después relaja los músculos otras 5-10 segundos. Repetir estos ejercicios en serie de 10 repeticiones 3 veces al día.
A veces será necesario la ayuda de un fisoterapeuta del suelo pélvico o intentarlo con técnica de biorretroalimentación.
Biorretroalimentación y suelo pélvico
Utiliza un dispositivo que mide la presión o la actividad eléctrica. Se utiliza en fisioterapia como complemento , junto a la realización de ejercicios musculares del suelo pélvico. Se introduce un dispositivo en la vagina de la paciente para medir la contracción muscular. Esta se traduce en una señal gráfica y/o acústica para que la paciente y el fisioterapeuta sean conscientes de la musculatura y evalúen el trabajo realizado.
En el próximo post abordaremos:
- Tratamiento farmacológico (medicamentos),
- La estimulación eléctrica,
- Las terapias intervencionistas y
- Los procedimientos quirúrgicos (cirugías).
Dr. Miguel LITTON MUÑOZ
Urólogo