La “Fundación  José Ramón de la Morena” (antes denominada «Fundación El Larguero»)nació en octubre de 2004 cuando Carmelo Zubiaur y yo decidimos volcar los primeros beneficios publicitarios que dieron algunos de los campeonatos alevines, que por aquel entonces patrocinaba Casbega, después de varios años de déficits a los que tuvimos que hacer frente él y yo. Jesús Polanco me sugirió una noche, cuando le pregunté qué hacer con esos escasos doce mil euros de ahora, crear una Escuela de fútbol base.

Creamos la Escuela de Fútbol en Brunete en 1.997 y finalmente, en octubre de 2.004 decidimos enmarcar todas las actividades dentro de la Fundación.

Es un orgullo y una satisfacción tener a mis amigos de la infancia trabajando con los niños en el campo de fútbol con entrenadores profesionales  tantos  inviernos helados bajo la lluvia y tantos  tórridos veranos bajo el sol de Brunete. Es un ejemplo de solidaridad tener a Sebastián Alvaro trabajando por la escolarización de los niños pakistaníes de Hushé, en las faldas del Himalaya, un poblado a 3.000 metros de altitud, donde no llega la luz ni el agua, pero llegó Sebastián Alvaro con la Fundación, y logró financiar la estancia de más de 60 niños ya, en un pueblo de menor altitud donde los tenemos repartidos en casas para que puedan asistir a clase durante la temporada escolar. En el Sáhara, Alí nos explicó cómo viven los saharauis en los campamentos del desierto y cómo organizan allí sus partidos de fútbol y cómo valoran una equipación, unas botas, unas zapatillas, un chándal, un balón. Algo parecido tenemos en Madagascar. En Perú, en la selva de Puerto Maldonado, conocimos al Padre Ignacio, que recoge niños abandonados en las cunetas, algunos abandonados o huidos para no ser víctimas del tráfico de órganos. Es uno de mis héroes más admirados y le concedimos uno de los premios al altruismo en el 2.014. Estamos construyendo un orfanato para esos niños, que el Padre Ignacio protege con la ilusión de que puedan conservar simplemente la vida y aprendan a leer y escribir antes de verse en la necesidad de trabajar, si consiguen un trabajo.

Descubrimos que hay más gente buena que mala y que no sólo hay estrellas en el mundo del deporte, hay otros mundos mucho más oscuros, menos iluminados y más duros y peligrosos que tienen sus propios héroes. Los vamos descubriendo, admirando, y en la medida que podemos, ayudando.

Los patrocinadores con los que organizamos los Campeonatos de Fútbol Alevín en verano y Navidad, los libros que he escrito , las conferencias y cuantos ingresos conseguimos a base de esfuerzo, y sin subvención pública alguna, van dedicados a todos estos héroes que apenas entrevista nadie.

La vida te regala oportunidades para que tú las aproveches  y las devuelvas a la humanidad y a sus generaciones siguientes, para que ellos vayan a su vez mejorándolas y devolviéndolas a las nuevas generaciones. Es el mecanismo para un mundo mejor.

Lo que hagas, lo que consigas, lo que des, será lo que dejes. Y lo que dejes será como te recuerden y ese recuerdo será la página de tu historia.

José Ramón de la Morena