La historia de Tomás Martínez es de esas que son dignas de escuchar. Con 42 años fue diagnosticado de un tumor maligno. Ahora, con 51 y con metástasis en los pulmones, se está preparando para correr su segunda Titan Desert: una carrera en bicicleta por el desierto. 600 kilómetros en seis días.

Se somete a tratamientos de inmunoterapia, pero eso no es barrera para que siga entrenándose para correr la Titan Desert. Tomás no tiene miedo a la competición: «lo único que temo es no ver crecer a mis hijos». Temor de un padre de tres hijos.

Durante la entrevista en El Transistor con José Ramón de la Morena cuenta también que ha encontrado un refugio en el deporte que «me permite irme a la cama cansado y dormir bien». Anima a todos a que «cuando más derrotado estés, levántate y muévete» y reconoce la ilusión que le haría «poder conocer un día a la plantilla del Atlético». Ojalá se cumpla, Tomás. ¡Lección de vida!